Qué es el anodizado del aluminio: ventajas de la protección contra la corrosión
El anodizado de aluminio es un proceso electroquímico que aumenta notablemente la durabilidad y la resistencia a la corrosión del aluminio. Este tratamiento, que afecta a la superficie, crea una capa de óxido de aluminio que proporciona mayor protección del metal y unas propiedades estéticas característica muy apreciadas en decoración e interiorismo.
En este artículo, vamos a dar respuesta a algunas de las preguntas más formuladas acerca del proceso de anodizado del aluminio, tipos de anodizado que existen actualmente y beneficios de utilizar esta técnica de entre otros.
Curiosidades del aluminio anodizado
Como en tantos otros descubrimientos, el proceso de anodizado se halló de forma accidental en el siglo XIX, cuando se pretendía buscar una manera de sellar porosidades en el metal.
La capa de óxido que se crea con el anodizado es mucho más dura y resistente que el aluminio que hay debajo, pese a tener tan solo unos micrómetros de espesor.
Es común ver el aluminio anodizado pintado de diversos colores, eso es posible porque la superficie es porosa y permite que los tintes y pigmentos penetren.
El anodizado también se utiliza para hacer grabados sobre el aluminio. Esto es posible aplicando una capa resistente a la corrosión antes del proceso de anodizado.
El aluminio anodizado no solo resiste muy bien la corrosión, también los rayos UV, lo que lo convierte en un metal perfecto para uso exterior.
El aluminio anodizado resiste los arañazos y ralladas mejor que el aluminio normal, por lo que se aconseja su uso en productos y servicios que supongan un mayor desgaste y abrasión.
¿Qué le sucede al aluminio al anodizar?
El proceso de anodizado consiste en sumergir el aluminio en un electrolito, generalmente una solución ácida, y aplicar una corriente eléctrica. A continuación te explicamos en qué consiste este proceso, paso a paso:
Preparación: consiste en limpiar la superficie del aluminio para eliminar suciedad, aceite e impurezas.
Inmersión: se sumerge el aluminio en una solución de ácido sulfúrico que crea una reacción química en la superficie del aluminio.
Aplicación de corriente: con el aluminio sumergido en ácido, se aplica una corriente eléctrica a través del aluminio y se genera una capa de óxido en la superficie.
Sellado: después del anodizado, la capa de óxido se cierra mediante la aplicación de un sellador para garantizar su resistencia a la corrosión.
Es importante destacar que la elección de la solución de ácido y las condiciones del proceso pueden afectar las propiedades del aluminio anodizado, como la capacidad de resistencia a la corrosión, la dureza y el color.
Tipos de anodizado de aluminio
Principalmente podemos distinguir 3 tipos de anodizado de aluminio, que se diferencian básicamente por el tipo de electrolito utilizado y por las características de la capa de óxido que se forma:
Anodizado sulfúrico: es el tipo de anodizado de aluminio más común. Utiliza una solución de ácido sulfúrico para formar una capa de óxido de 10 a 20 micras de espesor. El anodizado sulfúrico proporciona una protección muy buena contra la corrosión y es recomendable para una amplia variedad de aplicaciones.
Anodizado cromático: este anodizado utiliza una solución de ácido crómico y genera una capa de óxido más delgada que el anodizado sulfúrico. El anodizado cromático garantiza una buena resistencia a la corrosión y se usa en aplicaciones donde se requiere una protección extra contra la corrosión sin aumentar demasiado el espesor de la capa de óxido.
Anodizado duro: en este caso, se usa una solución de ácido sulfúrico a baja temperatura y corriente eléctrica más elevada para crear una capa de óxido de aluminio mucho más gruesa, de hasta 100 micras. El anodizado duro garantiza una resistencia excelente al desgaste y a la abrasión.
Ventajas de usar aluminio anodizado
Los beneficios de usar aluminio anodizado en comparación con el aluminio sin tratar, son notables. A continuación te detallamos las ventajas más destacadas:
Protección contra la corrosión: el anodizado genera una capa de óxido de aluminio que protege el metal de debajo de la corrosión. Esto mejora significativamente la vida útil de las piezas y componentes de aluminio expuestos a la corrosión.
Resistencia al desgaste: la capa de óxido creada durante el proceso de anodizado es más dura y resistente que el aluminio sin tratar. Este proceso proporciona una mayor resistencia al desgaste y a la abrasión.
Aislamiento eléctrico: el óxido de aluminio es un gran aislante eléctrico. Las piezas anodizadas de aluminio pueden proporcionar una barrera eléctrica en aplicaciones donde se requiere este tipo de aislamiento.
Estética y coloración: el anodizado de aluminio permite que se pueda colorear el metal a través de la absorción de tintes en la capa de óxido. La gama de colores que se suelen utilizar es muy amplia: oro, burdeos, bronce, inoxidable, negro, titanio, verde, azul...
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